Listos para rodar en la luna

¿Cansado que te digan que eres un “banquetero”, porque solo usas tu moto para ir al Starbucks?, pues la respuesta podría ser el desarrollo que ya lleva unos meses por parte de la casa alemana Hookie Co, que por lo regular se dedica a crear motos bajo pedido y preparaciones normales, pero seguro un día dijeron, “ey, basta de hacer motos normales, ¿y si le vendemos una idea/diseño a la NASA, para jubilar al rover?”

Con lo anterior nació la idea del Hookie Tardigrade, un vehículo eléctrico ultraligero que solucionaría muchos problemas a la hora de hacer viajes espaciales, siendo uno de los más importantes, el peso, y es que el actual rover es una máquina pesada, por lo que incluso podrían viajar un par de estas motos con una mejor capacidad de maniobra e incluso carga.

Como sabemos la NASA, se encuentra en una constante evolución tecnológica, por lo que Hookie se apuntó a ofrecer esta solución y si bien todavía no es un hecho que llegue a la luna, si está siendo considerada por la agencia, ya que es viable, lo que sería un pequeño paso para la movilidad lunar, pero un paso inmenso para el mundo de las motocicletas.

Las nuevas tecnologías han permitido que los elementos y dispositivos se reduzcan. Por ello, el Hookie Tardigrade ofrece un chasis tubular en aluminio, unido a brazos (basculantes) que se afianzan a las ruedas, que constan de “un rin” también en aluminio con paneles impresos en 3D, la banda de rodamiento es de poliuretano de alta resistencia, (por aquello que pueda pisar una botella de chela…)

Seguramente esta moto, no cuenta con suspensión activa, frenos ABS, control de tracción, pero al menos si ofrece un par de modos de manejo según el peso que se lleve en el momento. La velocidad máxima es de 15 km/h con una autonomía de 115 km y un peso total de 134 kg.

Si bien, este proyecto se presentó hace unos meses, Hookie Co, continúa con el desarrollo, y ya está en fase de prototipo, así que si les gusta no dejen de ver el progreso y sus otras preparaciones en sus redes sociales. Sin dudas, si un día la llegamos ver en la Luna (o Marte) rodando, será un gran triunfo para los preparadores y para los motociclistas, aunque tal vez no nos alcance el tiempo, para ver el futuro donde se pueda rodar más allá de nuestra querida tierra.

Por cierto, y como dato cultural, el nombre de Tardigrado, se refiere un organismo microscópico extremófilo, es decir, aunque parezca un pequeño oso con una boca espantosa, es capaz de resistir climas extremos e incluso el vacío del espacio, por ello se uso el nombre para tratar de emular las capacidades de adaptación de esta moto.